martes, 11 de marzo de 2014

DESCANSA EN EL DULCE SABOR DE LO CELESTIAL

La pérdida de Jesús Ángel supone la ausencia del hijo del pueblo más brillante del mundo de la música local. A él nos acercamos los que amamos la música, que ya de niños nos sorprendía que otro niño más niño -que apenas llegaba al teclado de su piano - tocara maravillosamente su piano en su casa de la Plaza de Abajo. Su muerte ha sido la hora más triste, la hora de decir a adiós o de ir hacía Dios, pues en esta vida cada uno labra el largo camino con el que soñó.

Hubo un tiempo en que la música nos acercó al pedirle que me señalara la música que más le había llegado al alma. La respuesta con sus nombres puso de manifiesto nuestra unión espiritual. Esta fue mi respuesta a una carta de Jesús Ángel en que me hablaba de la belleza de la música…Música que fue su pasión y su vida.

Estimado amigo Jesús Ángel: supuesto que no sabemos cuándo será la hora de nuestra partida, seguiremos teniendo en nuestro ánimo, in aeternum, todo el tiempo del mundo. Así pues, céntrate en la intensidad de tu puntual trabajo con la preparación del festival internacional de piano en Tenerife y deja para más tarde las reflexiones de mi carta. Cuenta con mi más ferviente deseo de que el festival de piano sea otro éxito más de tu brillante carrera. Tengo ya una copia de la 4ª sinfonía de Mahler que por supuesto este fin de semana escucharé siguiendo los pasos que tú me indicaste:

(apaga las luces):" abandónate al más absoluto silencio
y dale play al 3º y 4º (seguidos) movimientos de la 4ª sinfonía:
Sentirás la dolorosa belleza de la renuncia al ideal, seguida del dulce sabor de lo celestial."

Después, seguro que escucharé la voz de mi espíritu y volveré a retomar el camino que inicié con la carta anterior, y tendrás conocimiento de ello.

Recibe un fuerte abrazo. 

Paco Máñez


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